martes, 20 de mayo de 2014


Sobre  "un niño TDAH"


                                                  Juan Matías

Heme aquí frente a uno de los niños de esta clase. Hace poco que lo conozco y ya he podido apreciar su talante despierto y dinámico, sus ojos grandes, su modo abierto de relacionarse con los demás. He aprendido a valorarlo, a tenerlo presente con frecuencia.
Pero entonces, alguien en la institucion considera necesario que  yo sepa algo más sobre ese niño  y procede a informarme. "Se trata de un alumno hiperactivo e impulsivo", me dice. "Ya sabemos lo que tiene", continúa informándome, "es un niño TDAH, tenemos un informe detallado sobre él …" . Y desde este instante se empieza a abrir ante mi una grieta por la que se escurrirán todas mis primeras impresiones. Se forjará poco a poco una nueva visión de la esencia del niño que irá borrando lo que parece era sólo resultado de mi natural y pobre capacidad de apreciar su individualidad, algo que surgía de mi sencilla y espontánea – quizás demasiado espontánea – relación con él. Ahora ha dejado de ser Juan Matías, ese morochito siempre inquieto, siempre simpático, siempre con su desarreglada camisilla amarilla. Empiezo a verme como quien por fin posee la verdadera esencia de su humanidad: ya no más infundadas intuiciones, me digo a mi mismo,  no más fantasiosas empatías: ahora quien es Juan Matías: es un … TDAH. No importa que su incomparable individualidad, aquella otredad que antes tenía yo tan presente, se ha ahora diluido en las marañas de una definición médica que si bien posee su medida de verdad y su importancia, va nivelando para nosotros la rica variedad de relieves de su personalidad, agrisando ese tan especial colorido de su modo de ser, redondeando las salientes de su tan único perfil. Ahora, por fin, veo a Juan Matías como se me ha enseñado que es preciso verlo: a través del marco de definiciones altamente impersonales e iluminado por la artificial luz de una categorización. He aprendido a participar de los modos de interacción propuestos por quienes consideramos especialistas en ciertas dimensiones del alma. Y poco a poco todos empezamos a verlo así. Todos. Hasta los padres de Juan Matías, hasta ... el mismo Juan Matías.